Transcripción del discurso leído: "Disculpen damas y caballeros, pero hemos de interrumpir este acto tan significativo del Día Internacional del Libro para hacer un llamamiento a la ciudadanía y reivindicar los derechos del lector. En el nombre de los mal llamados derechos de propiedad intelectual se está llevando a cabo el mayor ataque a nuestros derechos como ciudadanos de acceder a la lectura y a la cultura. La implantación del préstamo de pago en bibliotecas supone considerar a las bibliotecas como entidades comerciales y no como instituciones culturales necesarias para el desarrollo de los ciudadanos y el ejercicio del derecho a la educación, la información y la lectura que reconoce la Constitución Española. Prestar un libro no es un ataque contra los derechos de autor sino un acto para preservar la herencia cultural de una sociedad. Se trata de un fondo donde la cultura de una civilización descansa a salvo de las fuerzas del mercado. Acto honroso del cual muchos autores y lectores se enorgullecen y que ha sido manifestado por diversas entidades y personalidades en toda Europa. Pretender cobrar cada vez que se preste un libro es un acto de piratería, además de un ataque a nuestra cultura. Las bibliotecas, todas las bibliotecas, son los únicos lugares donde los libros existen de verdad, viven de verdad. Conservémoslas, por favor"
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Transcripción del discurso leído:
"Disculpen damas y caballeros, pero hemos de interrumpir este acto tan significativo del Día Internacional del Libro para hacer un llamamiento a la ciudadanía y reivindicar los derechos del lector.
En el nombre de los mal llamados derechos de propiedad intelectual se está llevando a cabo el mayor ataque a nuestros derechos como ciudadanos de acceder a la lectura y a la cultura.
La implantación del préstamo de pago en bibliotecas supone considerar a las bibliotecas como entidades comerciales y no como instituciones culturales necesarias para el desarrollo de los ciudadanos y el ejercicio del derecho a la educación, la información y la lectura que reconoce la Constitución Española.
Prestar un libro no es un ataque contra los derechos de autor sino un acto para preservar la herencia cultural de una sociedad. Se trata de un fondo donde la cultura de una civilización descansa a salvo de las fuerzas del mercado. Acto honroso del cual muchos autores y lectores se enorgullecen y que ha sido manifestado por diversas entidades y personalidades en toda Europa.
Pretender cobrar cada vez que se preste un libro es un acto de piratería, además de un ataque a nuestra cultura.
Las bibliotecas, todas las bibliotecas, son los únicos lugares donde los libros existen de verdad, viven de verdad. Conservémoslas, por favor"
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